De la materia a la herramienta
De lo disgregado al conjunto el recorrido es amplio, podemos decir que la materia tiende a agruparse en configuraciones complejas. La arquitectura como disciplina que se plantea la transformación del entorno habitable requiere preguntarse con qué se hace arquitectura: cuáles son los conjuntos de elementos con los que trabaja y que pueden ser utilizados como herramientas de transformación. Los materiales tienen la doble articulación de por un lado ser lo que constituye lo existente y por otro ser el medio que permite el pasaje a lo que todavía no está. Si entendemos por materiales, no a los conjuntos de materia, ni siquiera a los elementos constructivos, sino a las agrupaciones configuradas de cosas; podemos pensar que el material en arquitectura es tanto lo que encontramos, lo que está; como los procedimientos inscriptos en ellos, la utilización, las cosas como recursos.
Observación y destrucción
El arquitecto trabaja tratando de producir acuerdos entre cosas y personas, entre paisajes y usuarios que permita construir otras realidades. A diferencia del ingeniero que si trabaja desde certezas universales que pueden ser aplicadas indistintamente sobre la realidad, el trabajo del arquitecto se parece más al del economista o el estratega que no habla desde criterios de verdad, sino que describe situaciones que pueden suceder o no y para ello requiere ir comprobando cosas, registrando recursos y definiendo determinaciones y potencialidades. Necesita que las pruebas se agraven para poder generar un pensamiento más complejo. La determinación y construcción de los materiales comienza con una instancia de observación. Es el momento de atención en el que se catalogan los recursos, es decir lo existente y sus potencialidades. La observación se distancia de la acción de espectador, es en realidad una tarea activa.
El trabajo arqueológico puede funcionar como figura para describir la tarea de observación material de lo existente, una observación que recorta, destruye y manipula en el mismo acto que conoce y registra. Esta forma de relevamiento de información se realiza casi por extracción, recortando partes, delimitando figuras, manipulando los registros materialmente. No se trata de una traducción de información a través de un sistema de representación que establezca equivalencias entre lo registrado y lo producido. Es más bien un trabajo de laboratorio, donde las muestras se someten a experimentos que permitan conocer sus cualidades a la vez que produce transformaciones en las mismas.
Así, lo que hay, lo que encontramos, asociado con un conjunto de técnicas que manejamos nos permite desplegar un pensamiento.
Lo analógico continuo
Es una forma de pensamiento que se encuentra en la continuidad de las cosas, no en los saltos. El medio para la concatenación de las instancias es analógico, las asociaciones se basan en la existencia de semejanzas. Pero también en la equivocación, las nubes pasan a ser conejos y las huellas presencia. Miralles transforma Ronchamp en Igualada y le Corbusier un transatlántico en Marsella. Se desarrolla a medida que una cosa se transforma en otra, cuando se imagina la continuación de algo completandolo. Son construcciones a caballo entre lo que está y lo que tiende a estar. Pensar los materiales como constitutivos del modo de producción en arquitectura nos permite asociar la transformación al pensamiento a la vez que se desarrolla el discurso.
Catálogo de Materiales
Los materiales como agrupaciones de configuraciones de cosas, requieren figuras de ordenamiento que permitan acceder a ellos. Estas agrupaciones a la vez de volver accesible el material establecen relaciones entre los mismos que por un lado produce asociaciones y por otro genera afectaciones mutuas. Se generan así series, colecciones, concatenaciones, muestrario de partes, etc. A lo largo de la primera mitad del seminario se pretende la realización de un Catálogo de Materiales en base a los registros cualitativos realizados en el lugar o encontrados fuera, y desarrollados posteriormente. Proponemos aquí tomar prestadas diferentes figuras convencionales de catalogación: archivos, atlas, gabinetes de curiosidades, catálogos de venta, etc.
Este listado de figuras de catalogación no se pretende exhaustivo ni completo, aunque si intenta enfocar en que las diferentes formas de ordenamiento y agrupación de los materiales no es solo una estructura externa aplicada a algo, sino que está íntimamente ligada a las cualidades de lo que reúne.
texto, A.J.